La figura del yo y alguna de sus creencias


 La figura del yo es algo ilusorio. En un profundo sentido no existe un yo con el que identificarse. Todo está en la propia experiencia de liberación interior. Mientras está no sea interiorizada a través de la experiencia, las explicaciones de la experiencia se convierten en conversaciones teóricas, filosóficas y por tanto superficiales. Esto es debido a que tanto las palabras que intentan explicarlo como la mente que intenta entenderlo, son herramientas limitadas. Imprégnate del silencio que rodea a las palabras.

Creer en Dios, creer en un maestro, perseguir la iluminación… hacen permanecer atrapado e identificado con el yo buscador, y por tanto en algún momento surge la parte dual, el yo que encuentra. Pero sigue habiendo búsquedas, ausencia de presencia. Sigue viviendo una proyección del ego. Sigues viviendo exteriormente, la parte superflua y superficial de la vida. Experimenta la vida, de adentro hacia afuera.

Camina, imprégnate de las herramientas en las que encuentres sentido involucrarte, sigue a alguien que defines como maestro, cree en Dios si quieres… Cuando despiertes, cuando experimentes, nada de ello te hará falta. Ahora todo está en armonía, Ahora todo es perfecto, Ahora no hay nada que conseguir, Ahora no hay nada que buscar, Ahora sólo hay fluidez, Ahora sólo hay naturalidad, Ahora hay silencio…

            En el libro “Viaje a la Divinidad” se puede leer:

 

Cuando se fluye con la Aceptación del Amor,

cuando se permanece con la Comprensión de la Paz,

cuando se contempla con la Profundidad de la Luz,

¿Hace falta creer en algo?

 

En el libro de titulo mencionado se invita a vivir el momento en el que te encuentras, pero también invita a salirse del dominio de la perspectiva mental-analítica y de la perspectiva espiritual, para así conectar, fluir y experimentar una energía que hace permanecer sin búsqueda alguna, ( mental – espiritual).

            Todo está en la Experiencia que hace fluir con naturalidad, de adentro hacia afuera, donde hay tranquilidad y silencio.