Aceptación, perdón y Amor


La diferencia entre la resignación y la aceptación.

 

La auténtica Aceptación no conlleva sufrimiento. Es lo que algunos entienden como rendición a lo que Es.

En la resignación hay sufrimiento, pues hay identificación como víctima de las circunstancias.

 

¿Qué es vivir con Aceptación?

 

Permanecer con gratitud por lo que tienes en cada instante, siendo consciente que eres afortunado, y no por lo que puedas tener, sino por quien Eres.

No desear ni sufrir por aquello que no tienes, pues realmente nada te falta.

Con certeza que las circunstancias de vida se ofrecen para un mayor conocimiento y profundización.

Elevándote por encima de ellas, y no considerarte víctima de ellas.

Con Comprensión y Amor a los demás, teniendo presente que un momento y una actitud no define quien se es.

Permaneciendo sin juicios, acorde al intenso y profundo vínculo que a todos une, sin que las diferencias a nivel mental prevalezcan.

No necesitando ni queriendo cambiar a las personas a tu antojo, beneficio o bajo la perspectiva mental, sino aceptándolas.

Produciéndose en ti el verdadero cambio, y ya quién esté preparado observará los grandes y beneficiosos cambios que has experimentado, percibiendo que hay una forma distinta de permanecer e interactuar que es enriquecedora para todos.

Hacer de ti un instrumento de Consciencia, sin preocuparte que si tú has de entender a los demás, quién te va a entender a ti, pues cuando vives con Aceptación y permaneces con Comprensión y Amor, no necesitas ser comprendido, pues sientes Plenitud y estás unificado al Estado de Ser.

(Desde el inicio de esta nota hasta lo aquí expuesto, se puede leer en el capítulo titulado “La aceptación y el miedo” del libro “Viaje a la Divinidad – Muerte en vida)

¿Cómo vivir acorde a lo que encuentras sentido y sin dejarte inculcar los miedos de los demás, si la gente no te intenta imponer e inculcar sus miedos?

Agradece y no culpes a la gente por sus palabras, actos o actitudes, pues te brindan la oportunidad de ver el estado interior que predomina en ti en ese instante, y te enseñan a decir tanto SI como No. Las personas al igual que las circunstancias, son una útil herramienta (simbólicamente) en el camino. Agradece el encuentro con cada una de ellas.

 

No les odies por lo que dicen o hacen, ámales por quienes Son…

 

(Texto del libro “Viaje a la Divinidad…)

 

Mira más allá de la fachada…

Cómo inviertas la energía a través de palabras, actos y actitud son cosa tuya, y nadie es culpable de cómo inviertas esa energía.

Esto es una invitación a Aceptar, perdonar y a no culpar, hasta el instante en el que ya no hay nada por lo que perdonar o culpar, y toda surja de forma natural.