Los cinco preceptos (del Budismo)


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Los cinco preceptos

 

En el Budismo hay cinco normas de comportamiento, conocidas como los cinco preceptos.

 

1º:

No quitar la vida a ningún ser vivo intencionadamente.

 

Partiendo que todo es energía, ¿qué clase de energía es la que se produce y alimenta si haces daño a un ser vivo con intención de ello? ¿Qué sentido tiene quitar la vida a un ser vivo?

Si se hace conscientemente, tiende a ser por considerarlos inferiores, lo que hace que permanezcas dominado por las aparentes diferencias y creencias mentales.

Sin embargo, el respeto por toda forma de vida, origina y alimenta una profunda energía, enriquecedora para quien lo práctica, significando por ello, que interiormente se permanece con respeto y no con ira, odio, soberbia…

 

2º:

No coger nada que no te sea dado libremente.

 

Habitualmente, coger algo sin que lo hayan ofrecido, tiende a ser por avaricia, por vanidad, por miedo…, lo que hace que se permanezca dominado por las estrategias mentales.

Como generalmente no se practica este precepto, existe el miedo inherente a que algo considerado de propiedad, sea robado, por lo que se crea una atmósfera de miedo, intolerancia, avaricia… y hace que la forma de relacionarse con los demás no sea natural, sino que esté condicionada.

 

3º: 

No permitirse una vida sexual irresponsable.

 

Como estrategia mental dominante, quienes viven identificados y dominados por la mente, tienden a buscar satisfacer el deseo sexual. En ese aspecto, la mente es insaciable; y sin saberlo, la persona vive en una constante búsqueda y deseo, no relacionándose con naturalidad porque tiene una pretensión clara.

Cuando el deseo sexual no domina, se puede seguir manteniendo relaciones, pero todo es distinto y no está condicionado. El dominio del deseo puede desaparecer, aunque puede experimentarse la atracción hacia alguien.

 

Este párrafo no aparece en el vídeo:

El sexo es una parte de la vida de la que puedes disfrutar, sin remordimientos, sin culpas; pero no te engañes, es una parte de la vida que tan sólo conlleva a experimentar una superficial satisfacción. Si es el centro de tu vida, vives una vida vacía.

(Nunc)   

Copiada de http://nuncfluirlanada.jimdo.com/articulo110/

 

4º:

No consumir drogas ni alcohol.

 

El cuerpo es un vehículo, y como tal, ¿qué sentido tiene no cuidarlo? ¿Qué sentido tiene consumir sustancias que dañan la mente?

Lo que predomina en el interior de cada uno es lo que se puede ofrecer, y si no “te respetas” y cuidas, entonces ¿Qué vas a ofrecer a los demás y al mundo?

Además, fácilmente, se puede caer en la adición, lo que hace que permanezcas en un círculo de sufrimiento y dependencia.

 

5º:

No emplear la falsedad, el insulto ni el argumento malicioso.

 

La falsedad cuesta mantenerla, es un esfuerzo. La Verdad se mantiene sola, sin esfuerzo, ni tan siquiera necesita ser defendida.

¿Cuándo se emplea la falsedad? ¿Qué es lo que te impulsa a utilizarla? ¿Bajo el dominio de qué estrategia mental permaneces cuando vives en su superficialidad? Orgullo, vanidad, soberbia…

Insultar a alguien significa que te domina la ira, el orgullo…, y que percibes al insultado como un enemigo o un rival, lo que te hace estar atrapado en la dualidad mental y en la superficialidad del análisis.

¿Por qué argumentar maliciosamente? Suele producirse para alimento del ego, creando la ilusión de estar por encima de los demás; y para ello, se intenta ridiculizar, menospreciar…

 

Estos preceptos invitan a vivir con respeto, a crear una atmósfera de tranquilidad. A permanecer sin los condicionamientos del deseo, a cuidarse y a permanecer en armonía con los demás. Y todo ello hace que la energía con la que se interactúa surja desde la naturalidad.

Su práctica conlleva a salirse del dominio de la mente y del domino de sus estrategias.

Puedes disfrutar de la vida en todos sus aspectos, pero para hacerlo profundamente y no con la superficialidad que la mente ofrece, ten presente que la mente tan sólo es una herramienta.

 

Tú no eres la mente

 

Sin necesidad de considerarse budista, cuando hay fluidez y tranquilidad interior, la práctica de estos cinco preceptos surge de forma natural, pero no como normas u obligaciones, sino como parte de la Naturalidad que fluye.

       

Abrazo Eterno…

 

FIN